Catorce alumnos de Educación Primaria de nuestro colegio trabajan en una iniciativa para mejorar la calidad de vida de animales experimentales
Nuestro alumnos «expertos junior en bienestar animal» han diseñado tres prototipos basados en el enriquecimiento ambiental y las querencias de los animales que se utilizan para experimentación y pruebas quirúrgicas en el Área de Medicina y Cirugía Experimental del Hospital Divino Valles. El proyecto forma parte del programa marista «Da+» para alumnos de alto rendimiento. Se trata de la parte dedicada a ciencia y tecnología, aunque las medidas impuestas por la pandemia de Covid-19 han impedido desarrollar la última fase del proyecto, en la que el objetivo era valorar los resultados de cada uno de los prototipos.
Dos profesoras del centro, Gloria y Lucía, actúan como tutoras del proyecto, en el que participa también la veterinaria de Bienestar Animal Angélica Martín. Explican que esta experiencia forma parte de un programa educativo dirigido al alumnado con altas capacidades y alto rendimiento académico del centro marista con la colaboración de la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud.
En esta ocasión han participado ocho niñas y seis niños. El objetivo es fomentar las profesiones científico-técnicas, para lo que este año se han centrado por primera vez en contribuir a una cultura del cuidado y respeto hacia los animales. Gloria Fernández y Lucía Alejos, profesoras responsables del proyecto, señalan que los alumnos viven en primera persona que «el bienestar animal importa» y se lo cuentan a sus compañeros. Se trata de una experiencia de aprendizaje y servicio para «crear redes de bienestar animal, tan demandadas en nuestra sociedad actual».
Mediante un aprendizaje vivencial, los alumnos han conocido instalaciones, protocolos y procedimientos experimentales de cirugía pediátrica, anestesia y cuidado de un cerdito durante las cirugías, valoración del bienestar animal mediante indicadores y las dificultades técnicas de la microcirugía. Como reto final y trabajando en equipo, han llegado a idear tres prototipos para mejorar el bienestar animal, basados en el enriquecimiento ambiental y en las querencias de los animales.
El gusto de los cerdos
El primero consiste en valorar el comportamiento social de los cerdos, para lo que se utiliza, entre otros elementos, un espejo en el que el animal se ve reflejado. Los alumnos también han tenido en cuenta el gusto de los cerdos por las diferentes texturas, para lo que se han elaborado una serie de elementos con tacto muy diferente, por ejemplo de cepillo o de césped. El tercer elemento valorado ha sido la atracción que estos animales sienten por el juego, para lo que se han utilizado varios objetos, entre ellos botellas con objetos en su interior que suenan al agitarse.
Las tres propuestas se iban a valorar por los propios alumnos, que ni siquiera han podido finalmente valorar los resultados, dado que solo se habían probado los dos primeros prototipos, cuando las clases quedaron suspendidas por las medidas para prevenir la extensión del coronavirus. No han podido ver, por tanto, los dos vídeos grabados con las dos primeras propuestas, para valorarlas con criterios científicos. Tampoco será posible exponer los resultados en la Feria de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Burgos ni la publicación de los resultados en publicaciones científicas como la revista «Frontiers for Young Minds».
Nuestros alumnos, forman la segunda generación de «expertos junior en bienestar animal», por lo que recibieron un diploma acreditativo que les compromete, además, a cuidar y respetar a todos los animales. Nuestro Colegio Marista Liceo Castilla es el segundo que colabora con la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud y el Área de Medicina y Cirugía Experimental, ubicada en la segunda planta del Hospital Divino Valles. La primera experiencia educativa, con el colegio de Saldaña, fue presentada en el XV Congreso Nacional de la Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio.
Gloria Fernández recuerda que estos alumnos de altas capacidades están incluidos en un proyecto del centro que también engloba acciones relacionadas con la filosofía y las matemáticas. Pese a la suspensión de las clases presenciales, se les ha ofertado también la posibilidad de seguir respondiendo a «un reto» que ya estaba previsto antes de la llegada de la pandemia y que, curiosamente, tiene que ver con el análisis del origen histórico y la importancia de la lejía, uno de los desinfectantes más usados en las últimas semanas.